martes, 18 de abril de 2017

Pedro Nel Gómez

Pedro Nel Gómez Agudelo
Pintor, muralista, escultor, ingeniero civil, arquitecto y urbanista.
Anorí, Antioquia. 1899-1984
Hijo de Jesús Gómez González, liberal radical, simpatizante socialista, empresario de minas, consejero de Estado y congresista, y de María Luisa Agudelo, Pedro Nel Gómez Agudelo realizó sus primeros estudios de dibujo y pintura en la Academia de Bellas Artes de Medellín, con los profesores Humberto Chávez y Gabriel Montoya.
Cursó el bachillerato en el Liceo de la Universidad de Antioquia y realizó estudios de ingeniería civil en la Escuela de Minas de Medellín, graduándose en 1922. En 1924 viajó a Europa para hacer estudios de pintura en Francia y Holanda; en 1926 ingresó a la Academia de Bellas Artes de Florencia, donde permaneció poco tiempo, pero adquirió una experiencia importante.
Trabajó en un estudio donde ejecutó varias obras al óleo: Lección de anatomía, Las Amazonomaquias, El martirio de San Jerónimo, La señorita Inoccenti y otras; obras que dos años después fueron expuestas en Roma, en una exhibición organizada por el Círculo Artístico con el nombre de Exposición Latinoamericana.
En Florencia conoció a Giuliana Scalaberni, con quien contrajo matrimonio y formó un hogar de ocho hijos. A su regreso a Colombia, en 1930, Pedro Nel Gómez recibió la oferta de dirigir la Escuela de Bellas Artes de Medellín. En 1934 expuso 114 obras en el Salón Central del Capitolio, en Bogotá. El prestigio conseguido con esta exposición le permitió firmar contrato con el Municipio de Medellín para las decoraciones del Palacio Municipal, un conjunto de 11 murales que se conocen como el primer ciclo de su obra mural.
En estos murales, localizados en diferentes partes del edificio, Gómez presentó, con su estilo fuerte, las escenas de la vida y el trabajo humano tematizado así: La mesa vacía del niño hambriento, Danza del café, El Matriarcado; tríptico del trabajo: De la bordadora a los telares eléctricos, El problema del petróleo y La energía, el trabajo y la maternidad; La República, El minero muerto, Intranquilidad por enajenamiento de las minas, El barequeo y Las fuerzas migratorias.
A este primer ciclo de murales pertenecen también los ejecutados por Gómez en el estudio de su Casa Museo, en el Barrio Aranjuez de Medellín, con el tema Homenaje al pueblo antioqueño. Pero Pedro Nel Gómez no sólo dispuso volúmenes en la técnica del fresco, sus trabajos como ingeniero y arquitecto plantearon soluciones inmediatas y proyectaron un desarrollo futuro en el que se advertía su profundo sentido estético y social.
Este aspecto quedó profesionalmente plasmado en la ejecución de sus proyectos: construyó su Casa Museo, diseñó y dirigió la construcción de los edificios de la Escuela de Minas de Medellín iniciados en 1938, y participó en la nacionalización de esta facultad; suyos fueron los proyectos para la cooperativa de Vivienda del barrio San Javier, y para el Cementerio Universal de Medellín; también realizó la planificación del sector Laureles de esta ciudad.
Fundó la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional, en 1946, donde ocupó varias veces el cargo de decano; y enseñó Perspectiva, entre otras cátedras, dedicación que lo llevó a obtener el título de profesor emérito. Desempeñó los cargos de cónsul de Colombia en Florencia (1930), revisor de teatros de Medellín (1933), arquitecto del Departamento de Antioquia (1934) y presidente de la Casa de la Cultura de Medellín (1949).

Fue miembro de la junta de las Empresas Públicas de Medellín (1935), de la Junta de Valorización del Municipio de Medellín (1936), del Consejo Directivo de la Facultad Nacional de Minas (1951), del Consejo Administrativo de Antioquia (1954) y del Consejo Nacional de la Paz (1955).
Con respecto a su participación en el destino del arte nacional, al maestro Pedro Nel lo acompañó siempre el propósito de despertar las esencias que perviven en el pueblo y que se expresan en forma total en todas las culturas, porque es allí donde el hombre y el artista tienen algo que decir invitando a descubrir en nuestro propio suelo la expresión artística. En 1944 se llevó a cabo en Medellín la Exposición de Arte Nacional, en ella el IV Salón de Artistas Colombianos que se nombraron "Artistas independientes" llevaron a cabo su exposición, al tiempo con el mencionado evento.
Uno de estos independientes fue Gómez, quien con Rafael Sáenz, Gabriel Posada Zuluaga, Débora Arango, Octavio Montoya, Jesusita Vallejo, Graciela Sierra, Maruja Uribe y Laura Restrepo, elaboró un manifiesto para ser leído en el acto de clausura de su exitosa muestra plástica; este manifiesto consta de trece puntos en los cuales se destaca la necesidad de un arte independiente.
La participación del maestro Pedro Nel Gómez en esta nueva concepción del artista y del arte, marcó lo que fue su compromiso como pionero y guía visionario de la expresión plástica en la cultura nacional; Gómez señaló los caminos de un arte que sirva a las gentes del porvenir. Apoyado en su formación científica y plástica, hizo del hombre lo monumental en la obra de arte, y de la técnica del fresco la síntesis cuyo nacimiento es creación de conjunto y su finalidad es integración arquitectónica y urbana.
La presencia de este sentido renacentista en sus primeros murales, concretamente los ejecutados en el salón principal de la alcaldía, no le fue grata ni favorable, pues fueron mandados a cubrir en 1950 por el alcalde, quien los consideraba inmorales por sus desnudos; así, pesadas cortinas pretendían ocultar el poder desnudo de una raza.
La obra escultórica de Pedro Nel Gómez recibe la personalidad del artista, cuya fuerza e intención expresa con el cincel; tallas y esculturas en madera, mármol y bronce; materiales que se transforman en figuras cuya textura manifiesta la vitalidad de una pincelada en el muro y la posibilidad del volumen real de la forma. La escultura ocupa los espacios y sus dimensiones; ocupa, además, sus lugares temáticos comunes: el trabajo para adquirir el oro, los mitos y leyendas. La concepción de su obra escultórica está ligada también al espacio público, integrada al hecho arquitectónico y urbano.
Sus trabajos escultóricos son: Mujeres emigrantes (relieve en madera, 1950-55), Maternidades en reposo (relieve en madera, 1950-55), EI Cacique Nutibara (bronce, 1954), La barequera (talla en madera, 1965), Barequera melancólica (talla en mármol, 1972), Grupo de barequeros (talla en madera, 1981, inconcluso), Diógenes (talla en madera, 1983) y Desnudos en reposo (relieve en madera, 1984, inconcluso).
Como arquitecto, Gómez hizo que su pintura y escultura fueran partícipes en espacio y color del lugar donde realizó su obra. Así, el aula máxima de la Facultad de Minas la diseñó pensando que él sería quien la iba a decorar. De este lugar hacen parte la cúpula parabólica de 200 mts2, bóveda apoyada sobre un cilindro de 18 metros de diámetro, sin contrafuerte; y la composición Homenaje al hombre, basada en la dialéctica a que está sometido el hombre: Nacimiento y muerte, Espíritu religioso y espíritu mítico, Espíritu científico y espíritu artístico, Espíritu de la amistad humana y Espíritu de la cooperación humana.
Complementan la decoración del aula seis murales laterales de 24 m2 cada uno: Historia de la Nación (1952-54), La explosión de la montaña (1952-54), Explosión de la flora (1952-54), Mineros en los organales (1954), El choque de las dos olas (1970) y El hombre vence la gravedad (1970).
Hacen parte de la decoración del pórtico dos grandes altorrelieves ejecutados en arenisca blanca de Boyacá (1946-50); dos grupos muy específicos se refieren al tema de la minería: el grupo de la derecha representa la familia del minero acompañado de las figuras y los elementos de su quehacer cotidiano, y el de la izquierda destaca la presencia de los ingenieros en las decisiones y ejecuciones de los trabajos de minería. Además, dos murales laterales verticales de 40 metros cada uno: La nebulosa espiral y Tres aspectos del continente americano; y tres horizontales en la parte superior de 25 metros cada uno: El nacimiento de la ciencia, La astronomía y La física moderna.
El maestro Pedro Nel Gómez fue el primero que introdujo en Colombia el movimiento de las grandes composiciones murales al fresco, con aspiraciones hacia un arte monumental y popular, con gran significado social. La actividad de Gómez continuó incansable en los proyectos y ejecución de los nuevos y grandiosos murales. En el aula máxima de la Facultad de Química de la Universidad de Antioquia (hoy Colegio Mayor de Antioquia), realizó una gran composición: Historia de la Química a través de la humanidad.
En el Instituto de Crédito Territorial de Bogotá pintó El hombre y el drama de la vivienda, ambos murales ejecutados en el año 1954. En 1955, en el Banco Popular de Cali, realizó un mural de 60 metros cuadrados. Este mismo año estuvo en México, donde conoció a los muralistas Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.
En 1956 viajó a Europa y visitó Francia, Holanda e Italia. Realizó algunas acuarelas y regresó a ejecutar el mural Historia del desarrollo económico e industrial del Departamento de Antioquia para el Banco Popular del Parque de Berrío [próximamente allí se instalará una estación del Metro; así, el mural pasará de estar en un recinto cerrado a servir de marco en un espacio público y seguirá cumpliendo con su función social, histórica y estética].
En su afán de plasmar las grandes motivaciones enraizadas en un contexto humano y cultural, el maestro Pedro Nel Gómez pintó una síntesis de la historia de la Nación en el Banco de la República de Bogotá: Momentos críticos de la Nación (1957). En 1961, en la Clínica León XIII, ejecutó el mural Victoria contra la enfermedad, la ignorancia y la miseria.
En 1962 fue llamado por las directivas del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), en el barrio El Pedregal, para realizar un mural; allí desarrolló la técnica pensando acertadamente en el Espíritu creador del pueblo antioqueño. En este mismo año viajó a la Unión Soviética, enviado como representante del gobierno nacional al Congreso Mundial de la Paz.
Durante muchos años, Gómez estudió con profunda intranquilidad el problema de las armas atómicas y del hombre, temas que llevó al mural de la Universidad de Antioquia: El hombre ante los grandes descubrimientos de la física (1968-69). En el mismo año hizo la sinopia del Combate mítico, en la Casa Museo, para ser pintado en 1970.
El tótem de los mitos de la selva, cinco estatuas en mármol admirablemente concebidas y compuestas por un complejo grandiosamente unitario, fue ejecutado en la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional (Medellín, 1970-1974). En 1976 inició un gran mural para la Cámara de Comercio de Medellín: Raíces económicas y biológicas del desarrollo del Departamento de Antioquia. En 1978 regresó a la Unión Soviética; en Moscú asistió a las deliberaciones previas del Congreso Internacional de la Paz.
En la Academia de Bellas Artes realizó una exposición con 22 acuarelas. A su regresó terminó las tallas en mármol que completan las decoraciones del hall principal de la Cámara: Mercurio dios del Comercio y Las tres riquezas. Entre 1979 y 1980, pintó en el hall de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín un gran mural de 72 m2: Homenaje a la inteligencia del pueblo antioqueño.
Terminado este mural, inició la ejecución de un mural desmontable para una entidad privada: Levantamiento de los Comuneros en Guarne, hoy propiedad del Banco Comercial Antioqueño, ubicado en la sucursal de este banco en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro. En 1982 terminó la decoración de los muros en la Casa Museo: parte superior del patio, Danza frenética, patio pompeyano, El barequero ahogado y Los desempleados. Su trabajo muralistico lo alternó con el de pintura de caballete y esculturas que se encuentran en la Casa Museo. Realizó trabajo de campo hasta sus últimos días.

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