martes, 18 de abril de 2017

Francia Territorios Liquidos


AUTOR: François Deladièrre
TÉCNICA: Fotografía
FORMATO:  80 x 100 cm
TITULO: Sin Titulo
AÑO: 2013


AUTOR: Ambroise Tezenas
TÉCNICA: Fotografía
FORMATO:
TITULO: Opera Garnier
AÑO: 2013


AUTOR: Ambroise Tezenas
TÉCNICA: Fotografía
FORMATO:
TITULO: Opera Avenue
AÑO: 2013












AUTOR: Aglaé Bory
TÉCNICA: Fotografía
FORMATO:
TITULO: La Joven de la Z
AÑO: 2013




AUTOR: Albin Millot
TÉCNICA: Fotografía
FORMATO: 
TITULO: 18,30
AÑO: 2013


AUTOR: Albin Millot
TÉCNICA: Fotografía
FORMATO: 
TITULO: 24,30
AÑO: 2013


AUTOR: Albin Millot
TÉCNICA: Fotografía
FORMATO: 
TITULO: 3,30
AÑO: 2013

Exhibición Historias Para Repensar


AUTOR: Benjamín de la Calle
TÉCNICA: Fotografía
FORMATO: 50x35cm
TITULO: Ferrocarril Central de Antioquia, Estación Botero



AUTOR: Gonzalo Escovar
TÉCNICA: Fotografía
FORMATO: 50x35cm
TITULO: Viaducto del Ferrocarril


AUTOR: Gonzalo Escovar
TÉCNICA: Fotografía
FORMATO: 50x35cm
TITULO: Plaza de Mercado


















AUTOR: Francisco Antonió Cano
TÉCNICA: Lápiz sobre papel
FORMATO: 27x16.5cm
TITULO: Frente Einol


















AUTOR: Francisco Antonió Cano
TÉCNICA: Lápiz sobre papel
FORMATO: 26.5x16.5cm
TITULO: La Rastra



















AUTOR: Francisco Antonió Cano
TÉCNICA: Lápiz sobre papel
FORMATO: 26.5x16.5cm
TITULO: Mandinga



















AUTOR: Pedro Nel Gómez
TÉCNICA: Oleo sobre Lienzo
FORMATO: 115x80x5cm
TITULO: Dama Florentina

Pedro Nel Gómez

Pedro Nel Gómez Agudelo
Pintor, muralista, escultor, ingeniero civil, arquitecto y urbanista.
Anorí, Antioquia. 1899-1984
Hijo de Jesús Gómez González, liberal radical, simpatizante socialista, empresario de minas, consejero de Estado y congresista, y de María Luisa Agudelo, Pedro Nel Gómez Agudelo realizó sus primeros estudios de dibujo y pintura en la Academia de Bellas Artes de Medellín, con los profesores Humberto Chávez y Gabriel Montoya.
Cursó el bachillerato en el Liceo de la Universidad de Antioquia y realizó estudios de ingeniería civil en la Escuela de Minas de Medellín, graduándose en 1922. En 1924 viajó a Europa para hacer estudios de pintura en Francia y Holanda; en 1926 ingresó a la Academia de Bellas Artes de Florencia, donde permaneció poco tiempo, pero adquirió una experiencia importante.
Trabajó en un estudio donde ejecutó varias obras al óleo: Lección de anatomía, Las Amazonomaquias, El martirio de San Jerónimo, La señorita Inoccenti y otras; obras que dos años después fueron expuestas en Roma, en una exhibición organizada por el Círculo Artístico con el nombre de Exposición Latinoamericana.
En Florencia conoció a Giuliana Scalaberni, con quien contrajo matrimonio y formó un hogar de ocho hijos. A su regreso a Colombia, en 1930, Pedro Nel Gómez recibió la oferta de dirigir la Escuela de Bellas Artes de Medellín. En 1934 expuso 114 obras en el Salón Central del Capitolio, en Bogotá. El prestigio conseguido con esta exposición le permitió firmar contrato con el Municipio de Medellín para las decoraciones del Palacio Municipal, un conjunto de 11 murales que se conocen como el primer ciclo de su obra mural.
En estos murales, localizados en diferentes partes del edificio, Gómez presentó, con su estilo fuerte, las escenas de la vida y el trabajo humano tematizado así: La mesa vacía del niño hambriento, Danza del café, El Matriarcado; tríptico del trabajo: De la bordadora a los telares eléctricos, El problema del petróleo y La energía, el trabajo y la maternidad; La República, El minero muerto, Intranquilidad por enajenamiento de las minas, El barequeo y Las fuerzas migratorias.
A este primer ciclo de murales pertenecen también los ejecutados por Gómez en el estudio de su Casa Museo, en el Barrio Aranjuez de Medellín, con el tema Homenaje al pueblo antioqueño. Pero Pedro Nel Gómez no sólo dispuso volúmenes en la técnica del fresco, sus trabajos como ingeniero y arquitecto plantearon soluciones inmediatas y proyectaron un desarrollo futuro en el que se advertía su profundo sentido estético y social.
Este aspecto quedó profesionalmente plasmado en la ejecución de sus proyectos: construyó su Casa Museo, diseñó y dirigió la construcción de los edificios de la Escuela de Minas de Medellín iniciados en 1938, y participó en la nacionalización de esta facultad; suyos fueron los proyectos para la cooperativa de Vivienda del barrio San Javier, y para el Cementerio Universal de Medellín; también realizó la planificación del sector Laureles de esta ciudad.
Fundó la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional, en 1946, donde ocupó varias veces el cargo de decano; y enseñó Perspectiva, entre otras cátedras, dedicación que lo llevó a obtener el título de profesor emérito. Desempeñó los cargos de cónsul de Colombia en Florencia (1930), revisor de teatros de Medellín (1933), arquitecto del Departamento de Antioquia (1934) y presidente de la Casa de la Cultura de Medellín (1949).

Fue miembro de la junta de las Empresas Públicas de Medellín (1935), de la Junta de Valorización del Municipio de Medellín (1936), del Consejo Directivo de la Facultad Nacional de Minas (1951), del Consejo Administrativo de Antioquia (1954) y del Consejo Nacional de la Paz (1955).
Con respecto a su participación en el destino del arte nacional, al maestro Pedro Nel lo acompañó siempre el propósito de despertar las esencias que perviven en el pueblo y que se expresan en forma total en todas las culturas, porque es allí donde el hombre y el artista tienen algo que decir invitando a descubrir en nuestro propio suelo la expresión artística. En 1944 se llevó a cabo en Medellín la Exposición de Arte Nacional, en ella el IV Salón de Artistas Colombianos que se nombraron "Artistas independientes" llevaron a cabo su exposición, al tiempo con el mencionado evento.
Uno de estos independientes fue Gómez, quien con Rafael Sáenz, Gabriel Posada Zuluaga, Débora Arango, Octavio Montoya, Jesusita Vallejo, Graciela Sierra, Maruja Uribe y Laura Restrepo, elaboró un manifiesto para ser leído en el acto de clausura de su exitosa muestra plástica; este manifiesto consta de trece puntos en los cuales se destaca la necesidad de un arte independiente.
La participación del maestro Pedro Nel Gómez en esta nueva concepción del artista y del arte, marcó lo que fue su compromiso como pionero y guía visionario de la expresión plástica en la cultura nacional; Gómez señaló los caminos de un arte que sirva a las gentes del porvenir. Apoyado en su formación científica y plástica, hizo del hombre lo monumental en la obra de arte, y de la técnica del fresco la síntesis cuyo nacimiento es creación de conjunto y su finalidad es integración arquitectónica y urbana.
La presencia de este sentido renacentista en sus primeros murales, concretamente los ejecutados en el salón principal de la alcaldía, no le fue grata ni favorable, pues fueron mandados a cubrir en 1950 por el alcalde, quien los consideraba inmorales por sus desnudos; así, pesadas cortinas pretendían ocultar el poder desnudo de una raza.
La obra escultórica de Pedro Nel Gómez recibe la personalidad del artista, cuya fuerza e intención expresa con el cincel; tallas y esculturas en madera, mármol y bronce; materiales que se transforman en figuras cuya textura manifiesta la vitalidad de una pincelada en el muro y la posibilidad del volumen real de la forma. La escultura ocupa los espacios y sus dimensiones; ocupa, además, sus lugares temáticos comunes: el trabajo para adquirir el oro, los mitos y leyendas. La concepción de su obra escultórica está ligada también al espacio público, integrada al hecho arquitectónico y urbano.
Sus trabajos escultóricos son: Mujeres emigrantes (relieve en madera, 1950-55), Maternidades en reposo (relieve en madera, 1950-55), EI Cacique Nutibara (bronce, 1954), La barequera (talla en madera, 1965), Barequera melancólica (talla en mármol, 1972), Grupo de barequeros (talla en madera, 1981, inconcluso), Diógenes (talla en madera, 1983) y Desnudos en reposo (relieve en madera, 1984, inconcluso).
Como arquitecto, Gómez hizo que su pintura y escultura fueran partícipes en espacio y color del lugar donde realizó su obra. Así, el aula máxima de la Facultad de Minas la diseñó pensando que él sería quien la iba a decorar. De este lugar hacen parte la cúpula parabólica de 200 mts2, bóveda apoyada sobre un cilindro de 18 metros de diámetro, sin contrafuerte; y la composición Homenaje al hombre, basada en la dialéctica a que está sometido el hombre: Nacimiento y muerte, Espíritu religioso y espíritu mítico, Espíritu científico y espíritu artístico, Espíritu de la amistad humana y Espíritu de la cooperación humana.
Complementan la decoración del aula seis murales laterales de 24 m2 cada uno: Historia de la Nación (1952-54), La explosión de la montaña (1952-54), Explosión de la flora (1952-54), Mineros en los organales (1954), El choque de las dos olas (1970) y El hombre vence la gravedad (1970).
Hacen parte de la decoración del pórtico dos grandes altorrelieves ejecutados en arenisca blanca de Boyacá (1946-50); dos grupos muy específicos se refieren al tema de la minería: el grupo de la derecha representa la familia del minero acompañado de las figuras y los elementos de su quehacer cotidiano, y el de la izquierda destaca la presencia de los ingenieros en las decisiones y ejecuciones de los trabajos de minería. Además, dos murales laterales verticales de 40 metros cada uno: La nebulosa espiral y Tres aspectos del continente americano; y tres horizontales en la parte superior de 25 metros cada uno: El nacimiento de la ciencia, La astronomía y La física moderna.
El maestro Pedro Nel Gómez fue el primero que introdujo en Colombia el movimiento de las grandes composiciones murales al fresco, con aspiraciones hacia un arte monumental y popular, con gran significado social. La actividad de Gómez continuó incansable en los proyectos y ejecución de los nuevos y grandiosos murales. En el aula máxima de la Facultad de Química de la Universidad de Antioquia (hoy Colegio Mayor de Antioquia), realizó una gran composición: Historia de la Química a través de la humanidad.
En el Instituto de Crédito Territorial de Bogotá pintó El hombre y el drama de la vivienda, ambos murales ejecutados en el año 1954. En 1955, en el Banco Popular de Cali, realizó un mural de 60 metros cuadrados. Este mismo año estuvo en México, donde conoció a los muralistas Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.
En 1956 viajó a Europa y visitó Francia, Holanda e Italia. Realizó algunas acuarelas y regresó a ejecutar el mural Historia del desarrollo económico e industrial del Departamento de Antioquia para el Banco Popular del Parque de Berrío [próximamente allí se instalará una estación del Metro; así, el mural pasará de estar en un recinto cerrado a servir de marco en un espacio público y seguirá cumpliendo con su función social, histórica y estética].
En su afán de plasmar las grandes motivaciones enraizadas en un contexto humano y cultural, el maestro Pedro Nel Gómez pintó una síntesis de la historia de la Nación en el Banco de la República de Bogotá: Momentos críticos de la Nación (1957). En 1961, en la Clínica León XIII, ejecutó el mural Victoria contra la enfermedad, la ignorancia y la miseria.
En 1962 fue llamado por las directivas del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), en el barrio El Pedregal, para realizar un mural; allí desarrolló la técnica pensando acertadamente en el Espíritu creador del pueblo antioqueño. En este mismo año viajó a la Unión Soviética, enviado como representante del gobierno nacional al Congreso Mundial de la Paz.
Durante muchos años, Gómez estudió con profunda intranquilidad el problema de las armas atómicas y del hombre, temas que llevó al mural de la Universidad de Antioquia: El hombre ante los grandes descubrimientos de la física (1968-69). En el mismo año hizo la sinopia del Combate mítico, en la Casa Museo, para ser pintado en 1970.
El tótem de los mitos de la selva, cinco estatuas en mármol admirablemente concebidas y compuestas por un complejo grandiosamente unitario, fue ejecutado en la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional (Medellín, 1970-1974). En 1976 inició un gran mural para la Cámara de Comercio de Medellín: Raíces económicas y biológicas del desarrollo del Departamento de Antioquia. En 1978 regresó a la Unión Soviética; en Moscú asistió a las deliberaciones previas del Congreso Internacional de la Paz.
En la Academia de Bellas Artes realizó una exposición con 22 acuarelas. A su regresó terminó las tallas en mármol que completan las decoraciones del hall principal de la Cámara: Mercurio dios del Comercio y Las tres riquezas. Entre 1979 y 1980, pintó en el hall de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín un gran mural de 72 m2: Homenaje a la inteligencia del pueblo antioqueño.
Terminado este mural, inició la ejecución de un mural desmontable para una entidad privada: Levantamiento de los Comuneros en Guarne, hoy propiedad del Banco Comercial Antioqueño, ubicado en la sucursal de este banco en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro. En 1982 terminó la decoración de los muros en la Casa Museo: parte superior del patio, Danza frenética, patio pompeyano, El barequero ahogado y Los desempleados. Su trabajo muralistico lo alternó con el de pintura de caballete y esculturas que se encuentran en la Casa Museo. Realizó trabajo de campo hasta sus últimos días.

Gonzalo Escovar Gaviria

Fotógrafo

Medellín, Antioquia. 1872-1914
Ingeniero egresado de la Escuela de Minas de Medellín. Gestor con Carlos E. Restrepo de la idea de crear la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín. Socio fundador y su cuarto presidente.
El 26 de septiembre de 1910 por iniciativa del maestro Francisco A. Cano y de Gonzalo Escovar se expidió la resolución de la S. M. P de Medellín para fundar con el nombre de Instituto de Bellas Artes una escuela de música, pintura y escultura, que se inauguró en 1911, siendo Escovar su primer rector.
A finales del siglo XIX Escovar compró los archivos fotográficos de Gonzalo Gaviria, que a su vez tenía los archivos de los antecesores como Vicente y Pastor Restrepo. Su interés por la fotografía lo desarrolló con la adquisición de otros archivos y con la producción fotográfica de imágenes de la ciudad, sobre todo en lo relacionado con la evolución del espacio citadino y las obras de arquitectura que aparecieron en la primera mitad del siglo XX. Su archivo, al retirarse en 1923, lo vendió a los hermanos Félix y Jorge Obando, quienes recién se iniciaban en el oficio de la fotografía.

domingo, 16 de abril de 2017

Benjamín de La Calle Muñoz

Fotógrafo.

Yarumal, Antioquia. 1869 - 1934

Fueron sus padres Francisco Miguel Calle Jaramillo y María Elena Muñoz Atehortúa. Por parte de padre estaba emparentado con Carlos E. Restrepo, Josefa Misas de Echavarría y los Ospina Vásquez. Su padre era comerciante y durante mucho tiempo tuvo almacén en el marco de la plaza de Yarumal, establecimiento que heredó Juan de Dios Calle, hermano de Benjamín. La familia materna era de comerciantes en oro y ganaderos.
Fueron hermanos de don Benjamín: Francisco, quien casó con Clementina Fernández; Juan de Dios, quien casó con Cecilia Fernández; Rubén; Mercedes, quien casó con Antonio de J. Navarro Eusse y fue heredera de la fotografía y demás bines de don Benjamín; Raquel quien casó con Justo Rodríguez Valencia; Rosa, quien casó con Antonio J. Restrepo; Abigail quien casó con Eleazar Henao
Hacia 1890 se encuentra en Medellín aprendiendo la fotografía con Emiliano Mejía Restrepo, fotógrafo y pintor.
A partir de 1890 se instala como fotógrafo en Yarumal; allí trabaja unos pocos años y en 1903 se traslada a Medellín, luego de participar en la guerra de los mil días; se establece primero en la carrera de la Alhambra y después en la calle del Carretero, hoy Carabobo, en la actual zona de Guayaquil, que para entonces era el epicentro comercial y residencial de Medellín Todavía se conservan algunas fotos de los principales personajes de la ciudad de entonces, muchos de ellos parientes suyos, como don Pedro Nel Ospina, Emiliano Restrepo (Paila), Eduardo Vásquez Jaramillo, Carlos E. Restrepo y Alejandro Echavarría. Pero no se limita a una clase social y a sus establecimientos de comercio, sino que también fotografía personas de pueblo raso.
Hombre de extremada sensibilidad, los muebles y decoraciones de su establecimiento de fotografía son importados de Europa; algunos de ellos se conservan en poder de familiares.
También se distinguió por su interés en nuevos avances de la técnica fotográfica, y según testimonio verbal de don Américo Caro, quien administró la fotografía a la muerte de don Benjamín, éste poseía los más sofisticados equipos de su tiempo e incluso, trajo desde Francia 5 telones ya desaparecidos, así como la primera cámara panorámica.
Aunque la mayor parte de su ejercicio profesional lo hizo solo, estuvo también asociado, en 1903 con Carvajal y desde 1925, con José Marulanda, quien lo sobre vivió.
Don Benjamín de la Calle murió en su propio estudio de fotografía, que también le servía de vivienda el martes santo de 1934, 28 de marzo, de cáncer vesical.

Francisco Antonio Cano

Francisco A. Cano Cardona

Pintor, escultor y grabador.

Yarumal, Antioquia. 1865 - 1935
Hijo de José María Cano, un diestro artesano que ejerció la platería, la pintura, la escultura, el comercio y hasta los títeres, Francisco Antonio Cano Cardona aprendió de su padre las primeras letras, el manejo de los pinceles y colores, el uso del buril y de la cera perdida. Sus primeros años estuvieron marcados por las privaciones propias del origen humilde. En 1883 se vinculó en su pueblo a la asociación "Club de los amigos", que perseguía fines culturales, e ilustró el periódico manuscrito que publicaban bajo el título Los Anales del Club. En 1885 decidió viajar a estudiar a Bogotá, pero la guerra civil que se libraba ese año lo detuvo en Medellín.
Allí recibió el apoyo de la familia Rodríguez, con quienes trabó fuertes vínculos, especialmente con Horacio Marino y Melitón (1875-1942), que se dedicaban a la fotografía. A1 parecer tomó lecciones con uno de los miembros de la familia de pintores Palomino y con José Ignacio Luna, caucano que a la sazón enseñaba en la ciudad. Subsistió gracias a los Rodríguez y a su talento, que lo llevó incluso a hacer retratos hablados de personas muertas. En 1892 trabajó activamente en la organización de la primera exposición de arte celebrada en Antioquia. En 1890 mostró diversas pinturas y modelados en yeso, en la célebre Exposición Artística e Industrial organizada por el gobierno de Antioquia, recibiendo todos los premios.
Junto con Horacio Rodríguez y Luis de Greiff publicó en 1896 El Repertorio, la primera revista ilustrada de Antioquia, donde aparecieron grabados suyos y se inició como comentarista de cuestiones artísticas. Dictó clases particulares en su estudio; su alumno más destacado fue el escultor Marco Tobón Mejía (1876-1933). En 1897 logró viajar por una temporada a Bogotá, donde se relacionó con los pintores del momento y ejecutó conocidos retratos de hombres públicos. En 1899 realizó ilustraciones para la revista El montañés. Gracias a gestiones de amigos influyentes, el Congreso Nacional le asignó una modesta suma de dinero para estudiar en Europa. Viajó a París en 1899 e ingresó a las academias Julien y Colarrosi, y visitó museos de distintos países del Viejo Mundo.
Entre tanto participó en exposiciones nacionales, ganando una sólida reputación como pintor de flores y bodegones. Para conseguir prolongar su estadía, la sociedad medellinense organizó una exposición y un concierto con el fin de recoger fondos. Cano regresó a Medellín en 1901 con la idea de impulsar la creación de una academia artística, sueño que vería realizado doce años más tarde con la apertura del Instituto de Bellas Artes. En 1903, con Tobón Mejía, emprendió una nueva aventura editorial, la revista Lectura y Arte, uno de los más bellos ejemplos de la hemerografía nacional, de la que salieron 12 números. Este mismo año contrajo nupcias con María Sanín.
León, uno de sus hijos, también fue pintor. Hacia 1911 se radicó definitivamente en Bogotá, tras una ingente labor de enseñanza y ejercicio de la pintura y la escultura en Medellín. En Bogotá laboró como director de la Litografía Nacional, y luego como profesor de la Escuela de Bellas Artes, de la que llegaría a ser su rector entre 1923 y 1927. En 1913 ejecutó la que puede considerarse su obra maestra: Horizontes, un cuadro que pronto alcanzó reconocimiento público, llegando a convertirse en emblema de la epopeya colonizadora de la "raza antioqueña".
En los años diez y veinte, Cano se afanó por inscribirse en el gusto dominante. La españolería, el "neocostumbrismo" y las pinturas patrióticas conmemorativas (entre las que se destaca el Paso del páramo de Pisba), lo convirtieron en un eximio representante de la academia artística, y en blanco de críticas de los artistas jóvenes. Entre las esculturas de esos años cabe recordar la estatua de Rafael Núñez para el Capitolio Nacional (ver tomo 7, p. 147). Al margen de tanto trabajo por encargo, que obedecía a la necesidad de procurar el sustento, Cano consiguió realizar una obra más personal, cercana ya no al gusto del público sino a sus convicciones estéticas, destacándose piezas como Brumas (1922). Murió a los 69 años, pobre y casi en el completo olvido. 

Aqui dejando su obra mas significativa Horizontes

Tomado de: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/biografias/canofran.htm