Pedro Nel Gómez Agudelo
Pintor,
muralista, escultor, ingeniero civil, arquitecto y urbanista.
Anorí,
Antioquia. 1899-1984
Hijo de Jesús Gómez González, liberal radical, simpatizante
socialista, empresario de minas, consejero de Estado y congresista, y de María
Luisa Agudelo, Pedro Nel Gómez Agudelo realizó sus primeros estudios de dibujo
y pintura en la Academia de Bellas Artes de Medellín, con los profesores
Humberto Chávez y Gabriel Montoya.
Cursó
el bachillerato en el Liceo de la Universidad de Antioquia y realizó estudios
de ingeniería civil en la Escuela de Minas de Medellín, graduándose en 1922. En
1924 viajó a Europa para hacer estudios de pintura en Francia y Holanda; en
1926 ingresó a la Academia de Bellas Artes de Florencia, donde permaneció poco
tiempo, pero adquirió una experiencia importante.
Trabajó
en un estudio donde ejecutó varias obras al óleo: Lección de anatomía, Las
Amazonomaquias, El martirio de San Jerónimo, La señorita Inoccenti y otras;
obras que dos años después fueron expuestas en Roma, en una exhibición
organizada por el Círculo Artístico con el nombre de Exposición
Latinoamericana.
En
Florencia conoció a Giuliana Scalaberni, con quien contrajo matrimonio y formó
un hogar de ocho hijos. A su regreso a Colombia, en 1930, Pedro Nel Gómez
recibió la oferta de dirigir la Escuela de Bellas Artes de Medellín. En 1934
expuso 114 obras en el Salón Central del Capitolio, en Bogotá. El prestigio
conseguido con esta exposición le permitió firmar contrato con el Municipio de
Medellín para las decoraciones del Palacio Municipal, un conjunto de 11 murales
que se conocen como el primer ciclo de su obra mural.
En
estos murales, localizados en diferentes partes del edificio, Gómez presentó,
con su estilo fuerte, las escenas de la vida y el trabajo humano tematizado
así: La mesa vacía del niño hambriento, Danza del café, El Matriarcado;
tríptico del trabajo: De la bordadora a los telares eléctricos, El problema del
petróleo y La energía, el trabajo y la maternidad; La República, El minero
muerto, Intranquilidad por enajenamiento de las minas, El barequeo y Las
fuerzas migratorias.
A este
primer ciclo de murales pertenecen también los ejecutados por Gómez en el
estudio de su Casa Museo, en el Barrio Aranjuez de Medellín, con el tema
Homenaje al pueblo antioqueño. Pero Pedro Nel Gómez no sólo dispuso volúmenes
en la técnica del fresco, sus trabajos como ingeniero y arquitecto plantearon
soluciones inmediatas y proyectaron un desarrollo futuro en el que se advertía
su profundo sentido estético y social.
Este
aspecto quedó profesionalmente plasmado en la ejecución de sus proyectos:
construyó su Casa Museo, diseñó y dirigió la construcción de los edificios de
la Escuela de Minas de Medellín iniciados en 1938, y participó en la
nacionalización de esta facultad; suyos fueron los proyectos para la
cooperativa de Vivienda del barrio San Javier, y para el Cementerio Universal
de Medellín; también realizó la planificación del sector Laureles de esta
ciudad.
Fundó
la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional, en 1946, donde ocupó
varias veces el cargo de decano; y enseñó Perspectiva, entre otras cátedras,
dedicación que lo llevó a obtener el título de profesor emérito. Desempeñó los
cargos de cónsul de Colombia en Florencia (1930), revisor de teatros de
Medellín (1933), arquitecto del Departamento de Antioquia (1934) y presidente
de la Casa de la Cultura de Medellín (1949).
Fue miembro
de la junta de las Empresas Públicas de Medellín (1935), de la Junta de
Valorización del Municipio de Medellín (1936), del Consejo Directivo de la
Facultad Nacional de Minas (1951), del Consejo Administrativo de Antioquia
(1954) y del Consejo Nacional de la Paz (1955).
Con
respecto a su participación en el destino del arte nacional, al maestro Pedro
Nel lo acompañó siempre el propósito de despertar las esencias que perviven en
el pueblo y que se expresan en forma total en todas las culturas, porque es
allí donde el hombre y el artista tienen algo que decir invitando a descubrir
en nuestro propio suelo la expresión artística. En 1944 se llevó a cabo en
Medellín la Exposición de Arte Nacional, en ella el IV Salón de Artistas
Colombianos que se nombraron "Artistas independientes" llevaron a
cabo su exposición, al tiempo con el mencionado evento.
Uno de
estos independientes fue Gómez, quien con Rafael Sáenz, Gabriel Posada Zuluaga,
Débora Arango, Octavio Montoya, Jesusita Vallejo, Graciela Sierra, Maruja Uribe
y Laura Restrepo, elaboró un manifiesto para ser leído en el acto de clausura
de su exitosa muestra plástica; este manifiesto consta de trece puntos en los
cuales se destaca la necesidad de un arte independiente.
La
participación del maestro Pedro Nel Gómez en esta nueva concepción del artista
y del arte, marcó lo que fue su compromiso como pionero y guía visionario de la
expresión plástica en la cultura nacional; Gómez señaló los caminos de un arte
que sirva a las gentes del porvenir. Apoyado en su formación científica y
plástica, hizo del hombre lo monumental en la obra de arte, y de la técnica del
fresco la síntesis cuyo nacimiento es creación de conjunto y su finalidad es
integración arquitectónica y urbana.
La
presencia de este sentido renacentista en sus primeros murales, concretamente
los ejecutados en el salón principal de la alcaldía, no le fue grata ni
favorable, pues fueron mandados a cubrir en 1950 por el alcalde, quien los
consideraba inmorales por sus desnudos; así, pesadas cortinas pretendían
ocultar el poder desnudo de una raza.
La obra
escultórica de Pedro Nel Gómez recibe la personalidad del artista, cuya fuerza
e intención expresa con el cincel; tallas y esculturas en madera, mármol y
bronce; materiales que se transforman en figuras cuya textura manifiesta la
vitalidad de una pincelada en el muro y la posibilidad del volumen real de la
forma. La escultura ocupa los espacios y sus dimensiones; ocupa, además, sus
lugares temáticos comunes: el trabajo para adquirir el oro, los mitos y leyendas.
La concepción de su obra escultórica está ligada también al espacio público,
integrada al hecho arquitectónico y urbano.
Sus
trabajos escultóricos son: Mujeres emigrantes (relieve en madera, 1950-55),
Maternidades en reposo (relieve en madera, 1950-55), EI Cacique Nutibara
(bronce, 1954), La barequera (talla en madera, 1965), Barequera melancólica
(talla en mármol, 1972), Grupo de barequeros (talla en madera, 1981,
inconcluso), Diógenes (talla en madera, 1983) y Desnudos en reposo (relieve en
madera, 1984, inconcluso).
Como
arquitecto, Gómez hizo que su pintura y escultura fueran partícipes en espacio
y color del lugar donde realizó su obra. Así, el aula máxima de la Facultad de
Minas la diseñó pensando que él sería quien la iba a decorar. De este lugar
hacen parte la cúpula parabólica de 200 mts2, bóveda apoyada sobre un cilindro
de 18 metros de diámetro, sin contrafuerte; y la composición Homenaje al
hombre, basada en la dialéctica a que está sometido el hombre: Nacimiento y
muerte, Espíritu religioso y espíritu mítico, Espíritu científico y espíritu
artístico, Espíritu de la amistad humana y Espíritu de la cooperación humana.
Complementan
la decoración del aula seis murales laterales de 24 m2 cada uno: Historia de la
Nación (1952-54), La explosión de la montaña (1952-54), Explosión de la flora
(1952-54), Mineros en los organales (1954), El choque de las dos olas (1970) y
El hombre vence la gravedad (1970).
Hacen
parte de la decoración del pórtico dos grandes altorrelieves ejecutados en
arenisca blanca de Boyacá (1946-50); dos grupos muy específicos se refieren al
tema de la minería: el grupo de la derecha representa la familia del minero
acompañado de las figuras y los elementos de su quehacer cotidiano, y el de la
izquierda destaca la presencia de los ingenieros en las decisiones y
ejecuciones de los trabajos de minería. Además, dos murales laterales
verticales de 40 metros cada uno: La nebulosa espiral y Tres aspectos del
continente americano; y tres horizontales en la parte superior de 25 metros cada
uno: El nacimiento de la ciencia, La astronomía y La física moderna.
El
maestro Pedro Nel Gómez fue el primero que introdujo en Colombia el movimiento
de las grandes composiciones murales al fresco, con aspiraciones hacia un arte
monumental y popular, con gran significado social. La actividad de Gómez
continuó incansable en los proyectos y ejecución de los nuevos y grandiosos
murales. En el aula máxima de la Facultad de Química de la Universidad de
Antioquia (hoy Colegio Mayor de Antioquia), realizó una gran composición:
Historia de la Química a través de la humanidad.
En el
Instituto de Crédito Territorial de Bogotá pintó El hombre y el drama de la
vivienda, ambos murales ejecutados en el año 1954. En 1955, en el Banco Popular
de Cali, realizó un mural de 60 metros cuadrados. Este mismo año estuvo en
México, donde conoció a los muralistas Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.
En 1956
viajó a Europa y visitó Francia, Holanda e Italia. Realizó algunas acuarelas y
regresó a ejecutar el mural Historia del desarrollo económico e industrial del
Departamento de Antioquia para el Banco Popular del Parque de Berrío
[próximamente allí se instalará una estación del Metro; así, el mural pasará de
estar en un recinto cerrado a servir de marco en un espacio público y seguirá
cumpliendo con su función social, histórica y estética].
En su
afán de plasmar las grandes motivaciones enraizadas en un contexto humano y
cultural, el maestro Pedro Nel Gómez pintó una síntesis de la historia de la
Nación en el Banco de la República de Bogotá: Momentos críticos de la Nación
(1957). En 1961, en la Clínica León XIII, ejecutó el mural Victoria contra la
enfermedad, la ignorancia y la miseria.
En 1962
fue llamado por las directivas del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), en
el barrio El Pedregal, para realizar un mural; allí desarrolló la técnica
pensando acertadamente en el Espíritu creador del pueblo antioqueño. En este
mismo año viajó a la Unión Soviética, enviado como representante del gobierno
nacional al Congreso Mundial de la Paz.
Durante
muchos años, Gómez estudió con profunda intranquilidad el problema de las armas
atómicas y del hombre, temas que llevó al mural de la Universidad de Antioquia:
El hombre ante los grandes descubrimientos de la física (1968-69). En el mismo
año hizo la sinopia del Combate mítico, en la Casa Museo, para ser pintado en
1970.
El
tótem de los mitos de la selva, cinco estatuas en mármol admirablemente
concebidas y compuestas por un complejo grandiosamente unitario, fue ejecutado
en la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional (Medellín, 1970-1974).
En 1976 inició un gran mural para la Cámara de Comercio de Medellín: Raíces
económicas y biológicas del desarrollo del Departamento de Antioquia. En 1978
regresó a la Unión Soviética; en Moscú asistió a las deliberaciones previas del
Congreso Internacional de la Paz.
En la
Academia de Bellas Artes realizó una exposición con 22 acuarelas. A su regresó
terminó las tallas en mármol que completan las decoraciones del hall principal
de la Cámara: Mercurio dios del Comercio y Las tres riquezas. Entre 1979 y
1980, pintó en el hall de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín un gran
mural de 72 m2: Homenaje a la inteligencia del pueblo antioqueño.
Terminado este mural, inició la ejecución de un mural
desmontable para una entidad privada: Levantamiento de los Comuneros en Guarne,
hoy propiedad del Banco Comercial Antioqueño, ubicado en la sucursal de este
banco en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro. En 1982 terminó la
decoración de los muros en la Casa Museo: parte superior del patio, Danza
frenética, patio pompeyano, El barequero ahogado y Los desempleados. Su trabajo
muralistico lo alternó con el de pintura de caballete y esculturas que se
encuentran en la Casa Museo. Realizó trabajo de campo hasta sus últimos días.